Ayuda para Nepal

En primer lugar, gracias a todos lo que os habéis puesto en contacto con nosotros para ayudarnos en nuestra recolecta de dinero para mandar a Nepal. Este post lo escribimos para daros más información sobre el voluntariado que hicimos en Kathmandu, y para que sepáis dónde irá el dinero que consigamos en los próximos días.

La ONG con la que nos pusimos en contacto desde Barcelona es Firefly Children’s Home. La fundó una mujer neozelandesa, Amanda, con la que nos pusimos en contacto un par de meses antes de volar a Kathmandu. Nos comentó que había dos orfanatos, uno en la ciudad con unos 20 niños y otro en un pueblo a unos 20 km de la capital, Sankhu, con 100 niños. También nos comentó que necesitaban más ayuda en el orfanato rural, pero que nosotros podíamos decidir a cuál de ellos ir.

Los primeros 4 días los pasamos en Naya Bazar, el orfanato de la ciudad, ya que los niños tenían vacaciones escolares. Estuvimos con los niños de 10 a 17 años, y con un pequeñín de 2 años (Arjun) que nos robó el corazón. Solo fueron 4 días, pero fueron suficientes para cogerles mucho cariño a los niños.

Después nos fuimos para Sankhu, a 20 km al este de la capital en el valle de Kathmandu. Sankhu es un pequeño pueblo típicamente nepalí de apenas 2000 habitantes. El orfanato se encuentra en la ladera de una colina a 5 minutos caminando. La primera impresión fue fuerte: había muchísimos niños corriendo y jugando por todos lados y solamente 5 adultos a su cargo, así que nos propusimos ayudar en algo tan básico como es jugar con ellos y darles cariño. Algunos apenas hablaban inglés, pero venían a nuestro lado, se sentaban y sencillamente te cogían el brazo. Otros querían llamar tu atención a gritos de auntie…look! o uncle…come! (en el orfanato todos los niños son “hermanos” y los voluntarios, sus “tíos”). Solo con que hubierais pasado un día allí, entenderíais por qué estamos haciendo esto.

El orfanato de Sankhu pertenece a la ONG nepalí PA Nepal (Prisoner’s Assistance Nepal), y la mayoría de los niños que se encuentran aquí son hijos de personas encarceladas. Hablando con Amanda nos explicó que Firefly y PA Nepal cuando se fundaron eran ONGs distintas, pero que unieron sus esfuerzos hace ya más de 6 años. Hoy en día, trabajan juntos para conseguir más patrocinadores y apadrinamientos.

Cuando tuvo lugar el terremoto, estábamos en el orfanato. Entre todos los adultos hicimos salir a los niños de los edificios y los llevamos al camino que baja al pueblo. Por suerte, los edificios se quedaron en pie, pero vimos como el pueblo desparecía bajo una nube de polvo. Aquel día y los siguientes se hicieron eternos, sobre todo las noches. La tierra tembló más de 30 veces en las primeras 48h, y aunque eran movimientos de 2-3 segundos, nunca sabías cuando podía venir otra réplica fuerte. Aunque a los niños no les pasó nada, la mayoría estaban muy asustados, y algunos incluso venían a preguntarnos a nosotros si teníamos miedo o si estábamos preocupados. Fueron 2 días realmente complicados.

Al tercer día bajamos con los responsables del orfanato al pueblo, para conseguir sacos de arroz. Las reservas que teníamos se estaban agotando, y no teníamos nada claro que pudiéramos conseguir suministros en el pueblo, con todas las tiendas cerradas y la mayoría de casas destruidas. Por suerte, los contactos de Sagar nos permitieron comprar comida (básicamente arroz) para 3 días más.

En este momento es cuando conseguimos contactar con la familia, y nos dijeron que fuéramos para Kathmandu, desde donde la embajada española estaba sacando a los españoles del país. La asociación nos consiguió un taxi, y casi sin poder despedirnos de los niños, nos fuimos para el aeropuerto. No os podéis imaginar lo que fue dejar a esos niños atrás. Algunas de sus miradas de desconcierto y tristeza todavía las tenemos clavadas en la memoria.

Un par de días después conseguimos salir del país con la ayuda de la embajada y gracias al gobierno italiano, que puso a disposición de los europeos un avión militar de carga, que había llevado ayuda humanitaria a Nepal.

En algún momento se nos pasó por la cabeza quedarnos en Nepal a ayudar como pudiéramos, pero vimos que la situación se estaba complicando por momentos, y decidimos volver a casa. Es por eso que nada más llegar empezamos a movernos para conseguir dinero para todos esos niños que se quedaron allí.

Hemos estado intercambiando mails con Amanda estos días, y nos asegura que los niños están bien, salvo una niña con el brazo roto en Naya Bazar. De momento tienen comida para lo que queda de semana, pero están moviendo hilos para conseguir más lo antes posible. Nos agradecen que queramos ayudarles a nivel económico y os podemos asegurar que el 100% de lo que recaudemos irá directamente a los niños.

Cualquier aportación, por pequeña que sea, será de gran ayuda.

ES39 2100 0436 1602 0021 3615

¡MUCHAS GRACIAS!